La Neuroterapia

“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza”.  (Proverbios 21:5 RV1960)

¡Cuán importantes son los pensamientos del hombre! Ya el rey Salomón decía que los pensamientos del diligente tienden a la abundancia, ¡cuánta verdad allí encerrada! Fíjese que no se refiere a las acciones, sino meramente a los pensamientos y de esto se trata la Neuroterapia

1.- La neuroterapia como un extraordinario ejercicio para el cerebro

Un cambio verdaderamente significativo en la conducta del ser humano, siempre comienza en el cerebro: cambio de pensamientos, de paradigmas y de creencias que están arraigadas en lo más profundo del ser.

La retroalimentación neuronal o neuroterapia consiste en un tratamiento desarrollado a través de métodos y técnicas en los que se logra regular la actividad cerebral, dividiéndolas en ondas altas, ondas medias  y ondas bajas, logrando regular la frecuencia de la actividad cerebral y que así, evitar los excesos de ondas altas y bajas, logrando un perfecto equilibrio.

2.- ¿Cómo beneficia la neuroterapia a los niños?

Inicialmente, la retroalimentación neuronal nace para atender casos de epilepsia, pero se observó a través de distintas investigaciones que funcionaba el método para los niños con déficit de atención ¿de qué manera? La terapia consiste en minimizar o reducir las ondas cerebrales bajas y de esta manera, los niños aumentan su nivel de concentración y en consecuencia, de aprendizaje.

3.- Los beneficios de la neuroterapia en adultos

En adultos, el éxito de la neuroterapia ha sido inocultable. Problemas como estrés, ansiedad, depresión, déficit de atención, déficit en las funciones ejecutivas, problemas alimenticios como la anorexia han tenido una innegable mejoría a causa de los métodos aplicados en la retroalimentación neuronal.

4.- ¿Cómo se aplica el método?

Como toda evaluación médica, se inicia con un diagnóstico que se elabora con las preguntas ya diseñadas para el paciente, para así abrir la historia médica. Posterior a ello, se realiza una medición de la actividad cerebral para medir, a través de pruebas computarizadas reacciones como: el nivel de atención, el tiempo de respuesta, entre otros.

Una vez que se obtienen todos los datos del paciente, se decide el tiempo que requiere de tratamiento. Para comenzar, se colocan electrodos en puntos específicos de la cabeza del paciente, para registrar la actividad eléctrica del encéfalo, y desde ese momento, el terapeuta inicia la sesión a través de juegos, en los que el paciente irá reconociendo poco a poco, a través de cada imagen que se reproduzca, de dónde proviene esa actividad cerebral.

De esta forma, el paciente irá viendo, por medio del juego, cómo se desarrolla su actividad cerebral. Por ejemplo, el sueño y la distracción, se muestran como figuras de determinado color, y la atención, mientras que un buen estado de ánimo, muestra en el juego, avance de niveles de este paciente. En el método también se emplean sonidos para llevar al paciente a distintos niveles mentales

Todo este tratamiento reeduca el comportamiento del hombre, porque descubre cuál parte de su comportamiento lo está perjudicando y lo puede corregir voluntariamente.